VIVIAN MAIER:
Hija de padres judíos, pasó su infancia en Estados Unidos y Francia.
Cuando su padre las abandonó, conocieron a la fotógrafa Jeanne J. Bertrand, seguramente le influenció bastante, ya que con 25 años se mudó a NY.
Muchos años después, en una subasta de vienes, un joven (John Maloof) compró un buen número de negativos que estaban en una caja, descubriendo la obra de esta desconocida artista.
Resulta que Vivian, no revelaba la mayoría de sus carretes por falta de medios económicos (dejo más de 100 mil carretes). .
Se dedicaba a realizar fotos sin descanso, coleccionando carretes, esquelas de periódico y libros.
Capturó su idea del paso de la vida.
Una de sus frases:
"Tenemos que dejar sitio a los demás. Esto es una rueda, te subes y llegas al final, alguien más tiene tu misma oportunidad y ocupa tu lugar, hasta el final, una vez más, siempre igual. Nada nuevo bajo el sol"
A la vez que trabajaba como niñera, aprovechaba para viajar, Egipto, Taiwan Vietnam, Francia...
Una breve descripción de su personalidad :
"Socialista, feminista, crítica de cine. Aprendió inglés yendo al teatro. Solía llevar chaqueta y zapatos de hombre con un gran sombrero. Estaba todo el día tomando fotografías y luego no se las enseñaba a nadie"
Murió sola, sin familia, viviendo de alquiler gracias a los niños que había cuidado, que cuidaron de ella como de una madre.
Falleció a los 83 años,dejando su vieja Rolleiflex atrás y montones de pistas sobre lo que fue su vida.
No se sabe porque hacia tantas fotos sin cesar, porque nunca las enseñó públicamente... Ni siquiera algún escrito sobre lo que opinaba de la fotografía o que pretendía con ello.
Cuando Maloof compró los negativos, no se podía imaginar lo que encontraría al revelarlos.
Viandantes de la ciudad, niños, tiendas...reflejando esos años, resumiendo la cultura americana del siglo XX.
En sus fotos vemos lo crudo y lo bello, desde su punto original de vista, más natural gracias a que la cámara tenía un ángulo de visión diferente enfocando a la altura de las caderas.
Mezcla los estilos de Diane Arbus y Helen Levitt.
Además, si os interesa, hay una película que habla de esta historia.
Como apunte personal, me quedó asombrada de la calidad de las imágenes ya no sólo lo que representan, si no la nitidez que ha conseguido, la calidad de los blancos y negros
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