Ayer no escribí nada porque acabe literalmente muerta.
De esto que llegas y caes a plomo en el colchón y no vuelven a saber de ti hasta que canta el gallo (literalmente ya que en el camping hay un gallo que a las seis ya está dando la murga).
Decidimos ir a Capileira a las nueve de la mañana ya estábamos en la carretera.
Pusimos el GPS y estupendo, aunque aquello más que carretera era un laberinto de curvas.
Por el camino nos fuimos parando para HACER algunas fotos (que por cierto casi me caigo por un barranco en la foto del puente).
Hubo un momento en el que nos equivocamos y tiramos por un desvío super raro, lleno de piedras.
Es cierto que los errores a veces sirven de algo.
Pudimos ver que estaban montando un rastro de cosas de segunda mano, así que acordamos ir a Capileira y después volver al rastro que estaba en Orgiva.
Al subir la montaña, guiados por GPS y mapa, empezó a caer el diluvio universal, el sol desapareció y las nubes nos rodeaban.
Como aún somos novatos tuvimos que ir muy despacio, así que el viaje si era de una hora, nosotros lo completamos en hora y media jaja. La lluvia era tan fuerte que decidimos quedarnos en Pampaneira (Alpujarra).
Nada más llegar, sacamos a nuestra bestia parda (se llama Kira) y fuimos a dar un paseo.
Había un montón de tiendas y gente, aunque por el mal tiempo no pudimos hacer lo que queríamos... Ir de ruta.
Afortunadamente para mi, pudimos explorar el lugar y ver las tiendas, la mayoría de artesanía.
Antes de empezar el camino nos tomamos algo en una cafetería llamada "Chocolate Sierra nevada", donde compre un surtido de chocolates de un montón de sabores y un tarro de miel.
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